Para Claudia

"Donde la contaminación huele a pipas"...

... así era tu mundo: de olor a pipas, a caramelo a azúcar y piruleta. Tu mundo de ilusión, de color y de alegría.
Un mundo dulce que no has dudado en compartir con todos nosotros: el Mundogominola.

Estaba haciendo un dibujo para ti. Se ha quedó a medias, no he llegado a tiempo, llegué tarde para dártelo. Como tarde me llegó también tu amistad. ¡Qué poco he podido disfrutar de ella! Apenas dos años que ahora se me antojan tan cortos...
He tenido en mi vida amistades duraderas. Alguna, desde que nací y que, aunque tan largas, han sido enormemente vacías... tanto, que jamás han podido merecer una palabra tan grande: amistad.

Y tú, que apenas me has ofrecido dos años de tu vida, has merecido, sin dudarlo, tan poderosa palabra. Pero más abrumador me resulta que me la hayas otorgado tú a mi.
Porque desde el principio me has abierto las puertas de tu mundo de azúcar y algodón. Desde el principio me has abierto las puertas de tu corazón. Ese corazón tan frágil de salud y tan inmensamente poderoso de alma y virtud. Qué gran y maldito corazón... Me abriste sin dudarlo las puertas de tu confianza. Me has hecho sentir amiga tuya desde siempre. He visto en ti virtudes y cualidades que en años no he visto en otras personas. Y menos en mi.
¡Quién me iba a decir cuando vi tu blog por vez primera y quedé tan maravillada de tu talento, que te iba a conocer!... ¡Cuántas veces nos hemos reído con eso! No podía creerme que iba a conocer en persona a la chica que seguía por los mundos de internet y que tanto admiraba. Quién me iba a decir que, no sólo la conocería, sino que iba a acabar siendo amiga mía. Una amiga de verdad que me ha enseñado una nueva dimensión de esa palabra.

Gracias por haberme dejado entrar en tu mundo sin dudarlo. Gracias por haberme enseñado tantas cosas de ti. Gracias por todo lo que he aprendido contigo. Gracias por haberme pedido consejo y habérmelo dado tú. Gracias por haberme llamado amiga. Gracias por tus llamadas y regalos. Gracias por tus dulces y por tus caramelos, por tus piruletas y algodones. Gracias por haberme dejado compartir contigo un cachito de tu vida. Gracias por ser tú.

La "Plaza de ilustrando" era sólo por ti. Seguiremos quedando en ella, cuando retomemos las ganas y el ánimo que ahora nos ha abandonado, sólo por ti. Porque ya será siempre tu plaza.

"Prefiero no estar aquí cuando acaben las risas". Esa era la frase con la que firmabas tu perfil del msn por el que tanto charlábamos. Pues así ha sido; como tú has querido. Porque aquí ya no hay risas, y tú no estás aquí.

Para Claudia. De una amiga que nunca te olvida.

Marta.

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Muchas gracias a todos por vuestras fieles y siempre amables visitas. Estaré un tiempo sin postear. Sé que comprenderéis este necesario paréntesis.
Un abrazo,
Marta.